domingo, 6 de abril de 2008

La fiesta de las motos. Ni fiesta ni motos.

Nuestra señora alcaldesa, Pilar Sánchez, tiene en su haber el triste honor de haberse cargado el Gran premio en solo dos años.

Esta vez contar mentiras le va a servir de bien poco, aunque las mentirás se repitan a través de los medios con anuncios que nos dicen lo bien que lo hemos pasado, lo seguros que hemos estado y lo que hemos ganado. Por cierto ésto último que se lo pregunte a los hosteleros y pequeños comercios que han dejado de percibir una millonada ante el bloqueo que esta señora ha ordenado a las personas que venían a visitar nuestra ciudad en moto y a dejarse los cuartos.

Hacer demagogia, como está haciendo doña Pilar, es el recurso de quien sabe que ha metido la pata y no sólo no lo reconoce sino que además intenta tirar palante con sus mentiras manteniendo la esperanza de que de tanto repetirlas algunos se las crean. Esto podría ocurrir antes, ahora creo que no. Por la sencilla razón de que si algo se ha ganado a pulso la alcaldesa es el sobrenombre de "embustera".

Yo no sé quien le ha metido en la cabeza ni de donde ha sacado la idea de que lo mejor para Jerez y los jerezanos es cerrar la ciudad. No se puede tratar a personas como delincuentes por el simple hecho de venir en moto, ni con la excusa de que ho haya accidentes y mucho menos por el descanso de los vecinos.

Todos son argumenteos que se caen por su propio peso. Si lo que se quiere es una G.Premio más seguro, evitar accidentes y salvajadas en la motorada, lo que tiene que hacer es poner a trabajar para ese fin a los más de 400 policías de uno y otro cuerpo que había en Jerez para que controlarán, multaran y retiraran la moto a todo aquel que hiciera el cafre. Pero no se puede tratar a todos como a delincuentes por defecto. Pero claro es más fácil impedir el paso cortando varias calles y así ni entra nadie ni hay problemas.

Y a fe mía que lo ha conseguido. Ni han habido problemas ni ha entrado nadie. Para la alcaldesa, un éxito. Para los jerezanos que viven de la hostelería, bares y pequeños comercios una ruina. Para quienes pagaron el canon por montar las carpas en la zona del botellón ni hablemos. Y para los jerezanos y jerezanas de a pie un fin de semana fantasma con menos gente que nunca en las calles y con un inmenso botellón aderezado con algunos conciertos que dieron tanto ruido o más que las motos.

De una media de 110 diez millones de euros que dejaban los moteros en Jerez y zona pasamos a 52 millones que han dejado este año, aunque el sector de la hostelería dicen que sólo han sido 3 millones los que se han dejado en Jerez.

Un éxito dice la alcaldesa. Será que su finalidad era acabar con el Gran Premio de Jerez y que los comerciantes y hosteleros las pasen moradas con la crisis.

Pero ¡Uy perdón! ¿Crisis qué crisis? Si el gobierno de la nación y el autonómico han dicho hasta la saciedad que no hay crisis ¿Quién soy yo para decir que hay?

Por lo tanto tampoco puede el gobierno local decir que han habido menos visitantes y menos ingresos en el mundial debido a esto.

¡PILAR QUE TE HAS CARGADO EL MUNDIAL!