viernes, 28 de diciembre de 2007

Lo siento.

Hasta el alma curtida de un luchador como yo puede verse ensombrecida por el desánimo. Y lo siento, créanme que lo siento.

Cuando he pasado esta mañana por la calle Consistorio y la he visto casi cortada por las vallas que previamente había ordenado poner Pilar Sánchez me entró un escalofrio. La entrada al ayuntamiento vallada, y esta vez no había un solo motero.

La acaldesa no quería ni oir ni saber nada de una parte de su propio pueblo que se manifestaba en defensa de su puesto de trabajo. Trabajo que ella misma, en un acto de soberbia, les ha arrebatado. Nadie puede creerse ya lo del ajuste económico.

¿Ajuste para quiénes? ¿Para 21 trabajadores y trabajadoras que cobran apenas 1.000 euros mientras que a otros por no se sabe que gracia se les paga 4.000? Lo que se ajusta son cuentas, pero de otro tipo.

Hoy mismo me confirman que otros 4 trabajadores van a la calle. Son despidos selectivos. Seccionados por el afilado y preciso bisturí de una auténtica carnicera del despido.

Son actos devenganza de quien tiene hoy el poder y pasa olímpicamente de los derechos ajenos. De quien pone su persona y su posición por encima de todo y de todos y que busca la desgracia ajena como victoria. Pírrica victoria de alguien que se ceba en los más débiles que no tienen ni donde caerse.

Hoy más que nunca deseo que Dios exista, y que le cobre en vida el mal que a conciencia está haciendo a estas personas.

Pero mientras tanto no me queda más deseo que apoyar a la CGT en la lucha contra la tiranía de quien se proclamó como libertadora.

Un solo sindicato lucha por estas personas, porque CC.OO se ha vendido al poder local por la promesa de la hegemonía municipal en el ayuntamiento de Jerez.

Lo siento. Por estas personas que sufren una estúpida venganza y por este pueblo que no se merece esta alcaldesa. Y lo más terrible es que todo esto está amparado por el PSOE, supuestamente un partido obrero.


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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Desde hace mucho tiempo sale por la puerta de atrás del ayuntamiento. ¿que teme?.... Posiblemente su conciencia no la deja dormir cada noche (si la tiene)

Anónimo dijo...

Yo en su lugar dejaba el cargo o me mezclaba con la gente,pues sin éstas no creo que merezca la pena ser la representante de un pueblo.

Pilar que está equivocá de pe a pá,jamía.

Hay que tener mucho que esconder para utilizar la puerta trasera de la casa del pueblo,con lo bonito que es ir con la cara levantá.
A lo mejor teme que su escolta pero golda pierda los nervios y no es asunto que venga el Aquí hay Tomate desde los madriles.

Anónimo dijo...

El tomate vendrá de camino, por mi mare de mi alma que vendrá, o por los menos yo lo voy a intentar.
Desenmascaremos a esta tía, que y no merece llamarla señora.
Chorizos a robar a otra parte.