La verdad es que exceptuando a Pedro Ingelmo, nunca me aclaro con los periodistas en el sentido que unas veces me parecen demasiado listos y otras todo lo contrario.
Volviendo al hilo de lo mío; mire usted señor Fernández coincido con usted en el fondo, pero no en las formas. Usted sigue erre que erre en que el ayuntamiento debe resolver sus problemas económicos rompiendo la parte más débil o sea los trabajadores.
Puede que la solución a los problemas del ayuntamiento no esté en rebajar un puñado de sueldos pero corriendo los tiempos que corren, como usted mismo dice, eso es ético y hasta estético. Máxime cuando nuestra alcaldesa cobra uno de los mayores sueldos políticos de España. Lo que no estoy yo de acuerdo en que bajarse 4 ó 5.000 € al año sea algo real. Seguro que los recobrará por otros conceptos tales como dietas, desplazamientos y otros.
Pero bueno si a esto añadimos la rebaja en el sueldo de los concejales y el del no concejal ¡oiga, algo es algo! Y si por añadidura pudiésemos meter también los de sus 26 asesores pues mire por algo se empieza ¿no?
De todas formas que nadie se preocupe por la pérdida de poder adquisitivo de la alcaldesa, en su casa seguirá entrando mensualmente un buen puñado de miles de euros que igual no se pueden contar con los dedos de las dos manos.
Estamos de acuerdo en que aun con esto y con la rebaja en el sueldo de los trabajadores que más cobran (cargos o excargos creo que les llaman) el capítulo de ingresos seguirá siendo inferior al capítulo de gastos. Espero que cuando se habla de estos sueldos entren también los que pertenecen a la órbita y tiempo de mandato del PSOE, que también los hay.
Habría que buscar entonces más alternativas para intentar compensar ambos capítulos.
¿Griñán? ¿De verdad cree usted lo que dice este hombre que dijo que la educación era lo más importante y nada más decirlo lo olvidó? Mire usted buen hombre, puede que el señor Griñán reduzca el número de delegaciones provinciales de la Junta, pero que no quepa ni la menor duda que quiénes allí trabajen los colocarán en otras delegaciones que no serán suprimidas. Al menos a los compañeros de partido y otros personajes interesados que serán casi con toda seguridad la mayoría. Le aseguro que no los van a dejar tirados.
Y los que no quepan a lo mejor los sitúan en algunas empresas amigas que se crean y que contratan y pagan con dinero público y que tienen entre sus fines el de descargar a la administración pública del escandaloso número de personas que se supone que trabajan para la administración pero que ni siquiera aparecen por allí y se dedican a hacer partido. Naturalmente cuando esto ocurre en una empresa privada es algo que a nadie interesa.
Es posible que no se pueda mantener la misma estructura si el capítulo de ingresos es con diferencia menor que el de gastos pero ¿de verdad cree que la solución es despedir trabajadores? ¿No se le ocurre que a lo mejor los ayuntamientos deberían recibir más dinero del gobierno central ? ¿Qué tal un 33% en lugar de lo que hoy reciben? A lo mejor así y de una vez los ayuntamientos (el de Jerez también por supuesto) empiezan a recibir el justo pago de los servicios que prestan y que corresponden a otras administraciones, como por ejemplo la seguridad, servicios sociales... y que ahora pagamos desde el consistorio.
Y a lo mejor un municipio con un término súper diseminado como es el caso de Jerez debería recibir un "extra" puesto que estos servicios resultan mucho más caros de prestar que en un término municipal compacto y pequeño.
Creo señor Fernández que antes que ponerse a despedir a mileuristas en un ayuntamiento habría que recortar, pedir y exigir otras muchas cosas.
Y a propósito ¿le preocupó mucho a usted ver como nuestra alcaldesa gastaba a manos llenas en una campaña publicitaria llamada Pasión Por Jerez? Fueron más de 600.000 € de una tacada muchos de los cuales fueron a parar a la empresa que usted tan dignamente dirige. La verdad es que no le oí quejarse. Y dígame ¿si ello ocurriera hoy se quejaría usted en su columna?
Por cierto señor Fernández, mi colesterol bien. El azúcar lo llevo un poco achuchao.
(Me partió el alma, Saray, verte con un cheque de 90 euros con el que mitigar tu vida. ¡Malditos bastardos!).
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