Chaconiano inconfeso de palabra pero acusado por sus propios actos queda ahora en una situación complicada frente al sector crítico de su partido en Andalucía. Está llamado a sufrir una crisis que aunque por mor de las elecciones autonómicas va a ser postpuesta y disfrazada de apoyos firmes e inquebrantables a su persona y su política (cuestión de no facilitar la presumible victoria del PP también en Andalucía), segurmante va a acabar con él. La única solución que tiene es ganar las elecciones, lo que ahora mismo se antoja más que complicado.
El señor Arenas ya tiene el discurso a huevo: Griñan ya ha perdido las elecciones en su partido y ahora las va a perder en Andalucía.
Queda por ver cuál va a ser la actitud de los críticos, si apoyarán sin fisuras a su candidato o esperarán que se estrelle para recuperar los despojos de lo que quede.
Cosas de los partidos, ya se sabe.
domingo, 5 de febrero de 2012
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