jueves, 22 de abril de 2010

Crisis y desahucios


Supongo que a los demás les pasará igual que a mi. Puñetera gracia que les hará hablar sobre este tema. Pero no hacerlo y callarse igual duela más.

Hoy dice la crónica de Almudena Doña en la Voz que con la crisis los desahucios han aumentado en Jerez un 57% en los dos últimos años. En al año 2007 se dictaron 143 órdenes judiciales, en 2008 fueron 242, y en 2009 se dictaron 250. Y todo parece indicar que en 2010 la cifra aumentará.

Sencillamente escalofriante. De las cosas que le puedan pasar a una familia es de lo más desagradable y duro perder la vivienda y que los pongan en la calle por la fuerza. La sensación de desamparo, el no saber qué hacer ni donde ir adquiere tintes auténticamente dramáticos, sobre todo cuando hay hijos por medio.

Estas familias firmaron hipotecas cuando todo iba bien. En este país el sueño de ser dueño de tu propia vivienda (cada vez más sueño) estaba al alcance de casi todos. Ahora no pueden hacer frente a los pagos y los bancos ¡Ay los bancos! se las quitan y los ponen en un trance casi inhumano. Y en el mejor de los casos que todo acabe ahí. Porque lo que suele ocurrir es que después de subastarla alguien pague una miseria por ella y el banco te siga reclamando el resto.

Curioso. Que esas mismas personas que ahora los bancos ponen en la puñetera calle convirtiendo su vida en un infierno son las que han inyectado con sus impuestos miles de millones de euros a los bancos. Porque según el gobierno ningún país podía permitir que se derrumbara su sistema financiero. Pero claro, sí se puede permitir que cientos de miles de familias lo pierdan todo y se queden en la puta calle con una mano delante y otra detrás.

No, no es demagogia. Es cabreo, desasosiego y miedo de que me pueda pasar a mí, a ti, a un hermano, a un amigo...

Al menos el gobierno podría habernos consultado, digo yo. Porque seguro que muchos estaremos pensando lo mismo. Por qué puñetas esos miles de millones sirvieron para socorrer a la banca privada en lugar crear un sistema financiero público. O mejor, socorrer a las familias. Parecía como más lógico y más humano ¿no? Al fin y al cabo ese dinero terminaría de alguna manera en los bancos si todas esas familias hubiesen podido pagar su hipoteca. No sé si soy un idealista, un tonto o un inocente. pero a mi no me parece una perogrullada lo que digo. Pues va a ser y ha sido que no. Los bancos ahora y siempre por encima de todo y de todos.

Un último dato. Las ejecuciones hipotecarias: En 2008 fueron 58.000, en 2009, 114.000. Y se espera que en este año superen las 180.000. Lo que significará que en estos tres años se habrán quedado en la calle en nuestro país la friolera de 350.000 familias.

Para echarse a temblar ¡Malditos bastardos!


1 comentario:

Anónimo dijo...

No es ninguna tonteria lo que dices, yo lo comparto. Así es como se tendría que haber echo, los dineros para las familias y las empresas ahogadas. Que como tu bien dices al final acabaria en los bancos, pero habría mas familias y pequeñas emperesas libres de las garras de la banca.
a ve si arden to los bancos como un trikitrake.
Un saludo