He leído la editorial de hoy del diario de Jerez que trata sobre la huelga de los estibadores fijándose en particular en el puerto de Algeciras. Resumiendo un poco el tema. Una multinacional surcoreana Hanjin invierte en plena crisis económicas cerca de 200 millones de euros en construir en la ampliación del Puerto de Algeciras una terminal semiautomática. El estado aporta 510 millones de euros en la ampliación portuaria y la Junta 22,5 millones. Esta inversión prevé generar tres mil puestos de trabajo. Sin embargo el primer barco que debía descargar tuvo que zarpar con toda su carga hacia el puerto de Hamburgo. Los estibadores no quisieron trabajar por un desacuerdo con la empresa sobre el número de operarios necesarios.
El primer barco que iba a descargar se fue con la carga completa y lo que iba a ser una fiesta se convirtió en un drama que no sólo pone en peligro los puestos de trabajo (la multinacional coreana está con un cabreo del quince) sino también ha puesto en duda sus próximas inversiones que pasan por invertir 200 millones más en la actual ampliación así cómo 400 millones en la fase B de la ampliación portuaria.
La cosa tiene sus puntos de vista, pero en mi opinión lo menos que se puede decir es que la huelga ha sido de lo más inoportuna tanto por la situación general como por la coyuntural de la empresa. Y líbrenme de pensar que estoy negando el derecho a la huelga, nada más lejos de mi intención. Pero me parece que esto es como que una fábrica de armas se ponga en huelga en plena guerra.
Creo que tal y como están las cosas hay que levantar un poquito el pie del acelerador y los sindicatos deben sentarse a negociar el número de estibadores necesarios para la carga y descarga de los barcos. Pero en realidad aquí hay otra cuestión de fondo más importante. Que no es otra que las sociedades de estiba quieren seguir monopolizando el sector y no están dispuestas a permitir que se lleve a cabo el acuerdo de los dos grandes partidos de legislar la liberalización del sector. Por una vez los dos partidos deben mantenerse fuertes y unidos y sacar adelante la nueva ley de Puertos porque es de interés general que haya libre competencia en lugar de un monopolio que imponga sus criterios y sus decisiones.
En definitiva, lo que ocurre en la estiba es algo parecido a lo que ocurre con los controladores aéreos.
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