domingo, 23 de mayo de 2010

La verdad es que no sé qué pensar.

Leo en ABC, vía internet, que el gobierno ha repartido en casi 160 millones de euros en subvenciones desde el anuncio de los recortes. Así a bote pronto pareciera que se intenta dar pomada para calmar dolores. Pero no me atrevo ni a sugerirlo.

Lo que más me llama la atención son los casi 16 millones que le tocan a los sindicatos, la mayoría de ellos a CC.OO y UGT.

Copio textualmene: "Y llegó la hora de los sindicatos, el lunes 17. Trabajo ponía a su disposición 15.798.500 euros. Comisiones recibió más de seis millones que su secretario general, Fernández Toxo, casi despreció: «Estamos preparados para vivir exclusivamente de las cuotas de nuestros afiliados». Desde luego, no se sabe que ni ellos ni UGT hayan devuelto ni un euro de esta jugosa subvención ni de la que el viernes 21, justo al día siguiente del Consejo de Ministros, distribuyó Educación. Ángel Gabilondo reservó 1.366.820 euros para «fomentar la acción sindical en el ámbito de la enseñanza privada»".

¿Estarán intentando comprar algo o a alguien?

Pero bueno, no hay por qué alarmarse, la nana de los euros no es una canción nueva.

Más información: El Desván . En la web de CNT (que por cierto es el único que no aparece en el listado) se pueden ver las subvenciones de 2009 a las organizaciones sindicales.

2 comentarios:

Ni jarto brevas dijo...

Joé,59 años cumplidos y me entero ahora de que los 2 sindicatos mayoritarios han estado calladitos porque el gobierno les financia con importantes cantidades de dineros públicos... pués sí que soy torpe.

La crisis galopante nos alumbrará una nueva era y ya las cosas no serán como eran.


Luismi encaramao en los cagajones de los burros que vienen de vuelta después de pasar(los burros,no yó) una semanita allá por El Rocio(aldea antropológica donde acuden mucha gente en búsqueda de una respuesta ante tanta sinrazón)

Anónimo dijo...

Google fundaciones ugt, si es que estos no paran.

Uno que lo sabía y que lo sabe, pero que no sabe qué hacer porque no sabe de quién fiarse.