Acabo de meterme en el blog de Gabriel Álvarez vía Pepecontreras para ver eso que ha escrito sobre los sindicatos y que ha escandalizado y cabreado tanto a los de su partido (supongo el PP). Y ¡Ostras será posible! Decididamente estoy pasando una racha regular. Vamos que estoy acarajotao. ¡Pero si esas cosas son las que se me ocurren a mí y esta vez ni la he olido! Vaya tela con el despiste.
Bien, pues ya que estamos, aparte de evitar connotaciones religiosas (comprensibles en él, y muy bien ligadas) yo hubiera puesto también esa frase que me gusta tanto de que los sindicalistas forman una nueva casta política (o sea una nueva especie de chinches y garrapatas). Y también que si en lugar de PSOE gobernara el PP... bueno ya saben.
Quizás me hubiera molestado en buscar cuántos millones de leuros han recibido en subvenciones y hubiera puesto el ejemplo de lo bien que lo hicieron con Delphi (desde el punto de vista político claro está), no obstante hubiera terminado el post como él lo ha terminado. Aunque quizás un poco más borde. En definitiva me ha parecido un buen post.
Por cierto, no conozco a Gabriel Álvarez y a decir verdad cuando he leído su currículum (el cachito que he leído) me ha dado un poco de repelús. Primero por lo largo pero también por parte de su contenido.
Pero es de agradecer que quien está orgulloso de lo que es, de lo que ha hecho y de lo que hace lo muestre sin ningún tipo de complejos. Es la mejor forma de entenderse con los que pensamos y creemos de forma diferente.
Me parece una infamia pretender estigmatizar a alguien porque sea moro o cristiano. O porque no sea ni lo uno ni lo otro. Me tocan los hígados los de la progresía ilustrada cuando dan patadas a los crucifijos y doblan la cerviz ante los dibujos de Mahoma.
Vaya, mi perrita acaba de venir a morderme en la mano. Es su forma de decir ¡Oye deja de escribir y sácame a la calle que me meo! Así que a eso que voy.
3 comentarios:
de la nieve solo se pude esperar agua (Goethe)
de la nieve solo se pude esperar agua (Goethe)
Y de los pamplinas: carajotadas.
Lúgubre personaje que quiere un futuro tranquilo y bien pagado, seguro.
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