En Andalucía existen en la actualidad 54 empresas públicas. Sólo en el año 2008 tenían asignadas un presupuesto de 5.282 millones de €. Es una red tejida por la Junta y cuya política de contratación no se ajusta a ningún control público, o sea que más o menos es a dedo.
En el mismo año las fundaciones creadas por la Junta o aquéllas en las que participan directamente recibieron 544 millones de € de dinero público. La política de contrataciones de las fundaciones es similar a las de las empresas públicas. Vamos que ni se sabe.
En total en el año 2008 la Junta de Andalucía inyectó más de 6.000 millones de euros.
IU ha pedido recientemente que se investigue por parte de la Cámara de Cuentas la aportación en cinco años de 300 millones a una fundación dependiente de la Consejería de Empleo (FAFFE) argumentando que las cantidades recibidas son cuantiosas sin que sean conocidos los controles que el Gobierno andaluz la utilización ni los objetivos concedidos.
Cualquier ciudadano puede pensar que es demasiado dinero público que el que se inyecta en estas empresas públicas y fundaciones andaluzas, y demasiados empleos que escapan al control público a través del Parlamento. Sin duda se trata de un tema a tener en cuenta y sobre el que habría ¿? que poner orden. A lo mejor muchas de estas actividades realizadas por empresas y fundaciones podrían ser asumidas por los algo más de 250.000 funcionarios que tiene la Junta en sus respectivas Consejerías.
En el ámbito estatal la cosa no parece estar mejor. Se siguen otorgando millones de euros a empresas y fundaciones.
En definitiva demasiados millones de euros y miles de empleos de los que parece que no hay que dar razón.
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