La prohibición de los toros en Cataluña ha hecho correr lo suyo a los medios de comunicación. Se han recogido opiniones de todos y para todos los gustos. Unas a favor y otras en contra.
La mia naturalmente a favor aunque creo que se han quedado cortos. Si lo que se trataba era el evitar el maltrato animal tendrían que haber incluido los toros embolaos o como les llamen allí.
Por cierto que no entiendo yo muy bien el argumento de que la prohibición de los toros en Cataluña atenta contra la libertad. Creo que precisamente eso, un acto de libertad es lo que ha hecho el parlamento catalán que ha sometido a votación democrática una ley que ha sido aprobada. Quienes han votado son los representantes del pueblo catalán democráticamente elegidos por los ciudadanos y para que cada uno votara en conciencia algunos partidos han dado a sus diputados libertad de voto. Quizás se podría haber hecho mejor, pero no de forma más democrática.
Nada que objetar y decir que me alegro del resultado de la votación, aunque sigo pensando que la ley se queda corta.
Que tomen nota en otras comunidades y que tomen nota en el mundo del toro. Una fiesta que se basa en la tortura y muerte del animal está condenada a ser erradicada tarde o temprano si no evoluciona.
En las carreras de caballos se explotan las cualidades de estos animales pero no matan a los que pierden. Me pregunto si no habrá maneras de explotar la bravura del toro sin tener que hacerle daño y matarlo. Es una cuestión a analizar.
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