Chaves no quería, en realidad ni lo había pensado. Él pretendía que la persona que le sucediera fuera una mujer. Ya lo manifestó hará algo más de una año, y buena fue la que se lió en el propio partido. ¡Si Chaves se va aquí hay lío! pensaron más de uno y más de dos.
Cuando Chaves decidió por fin en dejar la presidencia pensó en Mar Moreno, la actual Consejera de Educación. Pero claro Chaves y Griñán eran compañeros de buen rollito, amigotes vaya. A menudo salían con sus esposas de cenita y la verdad es que ambos y sus esposas se llevaba bastante bien.
Sus esposas, ¡ay sus esposas! la del uno y la del otro. Pues mira que resulta que a Doña Antonia Iborra, señora de Chaves, pues como que no le hacía mucha gracia que la presidenta fuera Mar. La señora Antonia ya había tomado partido por el marido de su amiga. Lo que viene después ya se lo puede imaginar uno. ¿Chaves reúne a sus colaboradores más cercanos para decidir quién le sucede? ¡Nooo! La sucesión se decide prácticamente por el empuje de la señora en las más típicas escenas familiares:
- ¡Por que mira Manolo, José Antonio siempre ha sido tu amigo, te aprecia mucho y te ha apoyado en todo! ha sido un gran colaborador que se ha desvivido por complacerte. Siempre ha estado contigo y tú ahora se lo debes.
- Manolo acuérdate de lo que te digo: ¡Siempre mejor un conocido y amigo que alguien que no se sabe cómo te puede salir! Manolo que el presidente debe ser Griñán. Además yo ya se lo he prometido a su mujer.
La carne es débil, y poco resistente. Manolo también. ASí que se siente, Griñán Presidente.
En un principio el nombramiento fue bien recibido puertas adentro. Pensaron que podía ser un presidente y candidato continuista, y una persona tranquila políticamente hablando.
Nada más lejos de la realidad. las declaraciones de Griñán de adelgazar el entramado político de la Junta reduciendo consejerías, delegaciones y quién sabe que más han alborotado la tribu socialista. Griñán ha metido un palo dentro de un avispero y las avispas están que zumban.
Los PSOE, incluido Chaves, están de un cabreo que te cagas. Andan preocupados y nerviosos. Primero por los anuncios del Presidente. Porque a ver ahora a quién o quiénes les toca dejar el puesto de garrapata de primera y se queda en el paro o tiene que volver a donde salió. Esto, piensan, ahora mismo tal y como está la cosa no es buena para el partido porque provoca tensiones, desunión, malestar y distrae del objetivo principal que no es otro que no perder las elecciones.
Y segundo y quizás más, por los resultados de las encuestas. Y éstas sí que amenazan realmente con echar zotal al perro lo que supondría la muerte de chinches y garrapatas. Total que aunque la tribu no para de encomendarse a Santa I.U, igual ni esta santa les salva.
En definitiva, la cuestión es que Griñán ha dado un giro y ha forzado su nombramiento como Secretario General, y los chavistas no saben dónde están ni a qué atenerse. Ahora queda saber si los chavistas y el mismo chaves van dejar que Griñán imponga su criterio y empieze a "reformar", useáse cambiar a unos por otros reduciendo o modificando el mundo de los carroñeros y chupasangres.
La batalla está servida, por lo bajini claro, porque además hay que aparentar unidad y todo eso y nadie debe darse cuenta. En las elecciones todos se juegan las papas, hay que cerrar filas y que haya unión, o por lo menos que lo parezca
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